"Crecí con un corazón chapado a la antigua que no tiene ojos para fijarse en un cuerpo perfecto o en un traje costoso. He aprendido a través del tiempo y las experiencias que el amor no es posición y méritos, sino valor y entrega. Aprendí que es muy distinto tener comodidades y sentirse bien por fuera, que tener felicidad y tranquilidad en el alma por que te quiere en serio y no solamente por deseo.
No me preocupa estar solo porque sé lo que quiero y sé muy bien lo que valgo, simplemente de nada sirve correr y vivirlo todo en un segundo; si al final del camino solo te quedarán heridas y vacíos más grandes que costarán un montón de vida borrarlos de la memoria. Cualquier persona que piense con la cabeza y demuestre lo que siente con el corazón se hace esperar, se da su lugar y no será nunca de la primera oportunidad que se le presente. Amar a la antigua es cosa de gente que vale oro"...
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